Después de que los investigadores prueban nuevas terapias o procedimientos en el laboratorio con animales (invetigación básica), los hallazgos o tratamientos experimentales más prometedores se trasladan a la investigación clínica, mediante la metodología de ensayos clínicos (o también llamados estudios clínicos), con el objetivo de generar conocimiento de alta calidad para desarrollar herramientas terapéuticas que mejoren las disponibles y que contribuyan a la prevención, el alivio o la curación de las enfermedades, y que mejoren la calidad de vida de las personas.
La investigación clínica abre caminos para mejorar los estándares de tratamiento aceptados actualmente, incrementar la seguridad del paciente, la productividad, reducir costos y promover la innovación. También, facilita la práctica de la atención médica basada en la evidencia y beneficia los resultados de la salud, en tanto que contribuye al desarrollo de los agentes de salud y al crecimiento de la economía del país (1).
La investigación clínica involucra a personas (personas sanas y enfermas) que se ofrecen como voluntarios para participar en las investigaciones.
Los procedimientos de investigación con voluntarios sanos están diseñados para desarrollar nuevos conocimientos. No proporcionan un beneficio directo para los participantes del estudio. Los voluntarios sanos siempre han jugado un papel importante en la investigación, estableciendo parámetros para el control a comparación de los grupos de pacientes. Frecuentemente, se busca que coincidan con los grupos de voluntarios con la enfermedad (pacientes) en cuanto a características como la edad, el sexo, o la relación familiar. Los voluntarios sanos reciben la misma prueba, procedimiento o medicamento que recibe el grupo de pacientes. Los investigadores aprenden sobre el proceso de la enfermedad comparando el grupo de pacientes a contrapartida del grupo de voluntarios sanos.
Información de interés: comunicado “La ANMAT y la Investigación Clínica”.
La metodología que utiliza la investigación clínica incluye dintintos tipos de ensayos clínicos (2) (o también llamados estudios clínicos) que siguen un protocolo predefinido (o conjunto de reglas a seguir). Luego los resultados de estos ensayos son medidos por los investigadores que fueron parte del mismo: