Lic. Marisa Canicoba – Integrante del equipo de Enfermedades Inflamatorias Intestinales del Hospital Posadas y asesora de la Fundación MAS VIDA de Crohn & Colitis Ulcerosa
Lic. Marisa Canicoba – Integrante del equipo de Enfermedades Inflamatorias Intestinales del Hospital Posadas y asesora de la Fundación MAS VIDA de Crohn & Colitis Ulcerosa
Introducción
El ser humano consume entre 30 y 40 toneladas de alimentos que deben ser digeridos, absorbidos y excretados por el sistema gastrointestinal. Durante este proceso, la dieta no solamente proporciona los sustratos necesarios para la estructura y función celular del organismo, sino que interactúa dinámicamente con el epitelio y las bacterias del tracto gastrointestinal regulando de manera continua el sistema inmune, los mecanismos fisiológicos de inflamación y la producción de neuroquímicos (neurotransmisores) en el sistema nervioso entérico conocido actualmente como “el segundo cerebro”.
Es conocida la asociación entre la ingesta de alimentos y la aparición de síntomas gastrointestinales. La creencia de que la comida es la causa o al menos el desencadenante de los síntomas intestinales ha llevado a realizar numerosos estudios para intentar confirmar esta suposición y seguir determinadas medidas dietéticas. El plan de alimentación puede ser utilizado para modificar los procesos de enfermedad y controlar los síntomas de forma independiente de su papel tradicional. Hay pocas condiciones crónicas gastrointestinales en los que la modificación de la dieta es utilizada terapéuticamente y respaldada por un alto grado de evidencia científica.
Qué significa FODMAPs?
El término FODMAPs, es una sigla que resume las siguientes palabras: Fermentable, Oligosacáridos, Disacáridos,
Monosacáridos y Polioles, es decir es una dieta en la que se controlan los hidratos de carbono fermentables (azúcares) componentes que se encuentran en algunos alimentos y que al consumirlos incrementan la cantidad de gas y de agua disponible en el intestino provocando la distensión y aparición de síntomas como dolor, flatulencias, diarrea y estreñimiento.
El concepto FODMAP surgió a partir de Susan Shepherd y Peter Gibson, pertenecientes al Departamento de Gastroenterología de la Universidad de Monash, Victoria, Australia, y comenzó a ganar protagonismo en el año 2008.
Pero, no debemos olvidar que los hidratos de carbono fermentables ayudan a aumentar el volumen de la materia fecal, mejoran la absorción de calcio, modulan la función inmune (defensas) y favorecen el crecimiento y funcionamiento de algunos grupos microorganismos beneficiosos. Se requiere de mayor evidencia para poder recomendar la dieta reducida en FODMAPs como tratamiento de primera línea.
La Dieta FODMAPs
En la práctica para llevar a cabo una dieta reducida en FODMAPs deberíamos evitar diversos alimentos:
La implementación de esta dieta incluye dos etapas:
La implementación de la dieta reducida en FODMAPs requiere de un equipo conformado por un Gastroenterólogo y un Nutricionista instruidos en las estrategias para la implementación y seguimiento de esta dieta, puesto que uno de los principales factores para desencadenar síntomas es el consumo acumulado de FODMAPs a lo largo de los días, y se sugiere un monitoreo durante 6-8 semanas en las cuales es de vital importancia llevar un registro diario de alimentos consumidos, síntomas e incluso emociones con la finalidad de determinar qué tan estricto deberá ser la selección de alimentos y definir las pautas del tratamiento.
En que patologías se recomienda utilizarlos?
El SII es un trastorno caracterizado por dolor abdominal, distensión abdominal, flatulencia, y hábitos intestinales alterados (estreñimiento/diarrea). El papel de los componentes de la dieta en la inducción de los síntomas del SII es difícil de explorar.
Las dietas restringidas en un tipo de FODMAPs han sido utilizadas durante mucho tiempo para tratar a personas con SII, parece ser más eficaz que el asesoramiento dietético estándar para el control de síntomas en el SII.
Varios estudios destacan el papel de la dieta baja en FODMAPs para mejorar los síntomas en personas con SII. La evidencia en este enfoque dietético apoya la hipótesis de que una dieta baja en FODMAP debería ser el primer enfoque dietético. Sin embargo, permanecen muchos puntos por aclarar, incluyendo las repercusiones nutricionales que podría tener y los efectos de las modificaciones en la microbiota intestinal (microflora intestinal).
La dieta reducida en FODMAPs requiere de un asesoramiento realizado por un nutricionista experto en este tema, quién desarrollará e implementará un plan de cuidado nutricional individualizado, basado en la evaluación nutricional previa.
Algunos autores sugieren que los pacientes con EII (principalmente en la Enfermedad de Crohn) se beneficiaron con una dieta reducida FODMAPs. También redujo los síntomas en los pacientes con ileostomía (abertura en la pared intestinal que se hace mediante una cirugía).
En un estudio realizado durante 3-6 meses se notificó una mejoría del 56% de los participantes. Sin embargo, este estudio no fue concluyente, ya que no se realizado con un grupo control u otro grupo de personas siguiendo la misma dieta para comparar.
Por ahora, no está claro si la dieta reducida en FODMAPs puede mantener la remisión gracias a la cicatrización en el intestino o sólo son un alivio temporal de los síntomas de la enfermedad.
Conclusiones: Me gustaría comentar que la evidencia que apoya la dieta baja en FODMAPs como una estrategia terapéutica para el SII, y la EII aún es débil. Por lo tanto, es necesario realizar más estudios en este campo.
Si bien recomiendo realizar este tipo de plan de alimentación, la implementación del mismo deberá ser evaluada en cada caso particular por el gastroenterólogo, junto con la consejería de un nutricionista experto en el tema siendo esencial la educación alimentaria nutricional respecto a la restricción de FODMAPs y el adecuado diseño del plan para evitar deficiencias nutricionales.
Agradecimiento: a la Lic. Victoria Nastasi. Residencia de Nutrición de la Provincia de Buenos Aires por su colaboración para la realización de este artículo.
Referencias bibliográficas utilizadas: