¿Qué es un estudio en farmacología clínica (EFC)(5)?

¿Qué es un ensayo clínico o (estudio clínico)?
10 de abril de 2017
¿Qué debes saber para participar de un estudio clínico (o ensayo clínico) de farmacología clínica? (10)
10 de abril de 2017

¿Qué es un estudio en farmacología clínica (EFC)(5)?

Un estudio en farmacología clínica es un ensayos clínicos (o estudio clínico) sistemático científico realizado con un ingrediente farmacéutico activo (IFA) aplicado sobre seres humanos voluntarios, sanos o enfermos. Su objetivo es descubrir o verificar los efectos terapéuticos (eficacia), identificar reacciones adversas (seguridad) y/o estudiar la absorción, distribución, metabolismo (biotransformación) y excreción de los IFA, a fin de establecer su eficacia y seguridad.

Pruebas preclínicas (en animales)

Los investigadores comienzan por los compuestos de prueba (preparados farmacéuticos que implican varios ingredientes), añadiéndolas a las enzimas, cultivos celulares, o sustancias celulares para ver qué combinaciones mejoran el rendimiento del compuesto. Si un compuesto tiene éxito en el tubo de ensayo, es el momento de probarlo en animales. Los investigadores generalmente comprueban medicamentos en dos o más especies, debido a que el agente puede afectar a cada uno de manera diferente. Estos exámenes determinan los efectos secundarios tóxicos y su seguridad en varias dosis. Los ensayos con animales también ayudan a los investigadores para ver cómo un fármaco se absorbe en el torrente sanguíneo, y la rapidez con que se excreta.

Pruebas en humanos

Los ensayos clínicos (o estudio clínico) en farmacología clínica (EFC) se describen por diferentes fases. Estas fases son definidas por la ADMINISTRACION NACIONAL DE MEDICAMENTOS, ALIMENTOS Y TECNOLOGIA MEDICA (ANMAT) (6) como:

Fase I. Introducción inicial de un nuevo ingrediente farmacéutico activo (IFA) en seres humanos para determinar su metabolismo, acciones farmacológicas, efectos secundarios con dosis crecientes y, si fuera posible, obtener evidencia temprana sobre la eficacia. Incluye el estudio de variaciones entre sub-poblaciones e interacciones con ingesta de alimentos u otros fármacos. Estos estudios fundamentan el uso del producto en las fases sucesivas. Los estudios de Fase I son monitoreados de cerca y pueden ser llevados a cabo en sujetos voluntarios sanos o, en alguna ocasión, en pacientes.

La FASE I involucra a un pequeño grupo (de 20 a 80) (7) de personas sanas o personas enfermas -dependiendo del estudio- y busca probar la seguridad, el rango de dosis apropiado y cómo se metaboliza el fármaco (cómo es descompuesto y eliminado en el cuerpo) con el propósito de determinar la mejor manera de administrarlo. 

De 5.000 compuestos que se someten a pruebas preclínicas, 5 pasan a Fase I en pruebas en humanos. De esos 5 sólo 1 finalmente llegará a ser aprobado para la comercialización.

Fase II. En esta fase se determinan la eficacia y la seguridad de diferentes rangos de dosis. De ser posible, también, se establecen las relaciones dosis-respuesta, con el objeto de obtener sólidos antecedentes para el diseño de estudios terapéuticos ampliados (Fase III).

La FASE II involucra un grupo un poco más grande (de 100 a 300) (7) de personas con la enfermedad y busca probar si el tratamiento funciona y cuáles son las mejores dosis para poner a prueba en un grupo mayor de personas.

Fase III. Estos estudios son realizados en grandes (de 1000 a 3000) (7) y variados grupos de participantes con la enfermedad con el objetivo de determinar tanto el balance beneficio-riesgo a corto y largo plazo de la o las formulaciones propuestas como el valor terapéutico relativo de manera general. Se exploran el tipo y perfil de las reacciones adversas más frecuentes y las características especiales del IFA como por ejemplo, las interacciones clínicamente relevantes y los factores modificatorios principales del efecto, tales como la edad, etc.

El objetivo de la FASE III es demostrar la eficacia en comparación a otros (2 o más) productos de referencia.

Si los resultados de FASE III son positivos, el IFA puede ser presentado bajo una solicitud de nuevo fármaco a la autoridad regulatoria del país donde se desea comercializar, para su evaluación. Si es aprobado, el ingrediente farmacéutico activo (IFA) puede ser comercializado para la indicación específica a la cual ha sido sometido a prueba en las fases anteriores. Ej. Colitis Ulcerosa o Enfermedad de Crohn.

Fase IV. Son los estudios llevados a cabo luego de aprobada la comercialización del IFA para establecer el valor terapéutico, aparición de nuevas reacciones adversas y/o confirmación de la frecuencia de las conocidas y las estrategias de tratamiento.

La FASE IV es realizada en miles de pacientes a lo largo de toda la vida del medicamento con el objetivo de conocer nuevos eventos adversos de su uso, que en Argentina, se realiza mediante el Sistema Nacional de Farmacovigilancia (8) bajo las competencias del ANMAT.

Nota: El Sistema Nacional de Farmacovigilancia, fue creado por la Resolución Nº 706/93 del ex Ministerio de Salud y Acción Social actual Ministerio de Salud de la Nación. Es un mecanismo oficial que basa su labor en la notificación espontánea, voluntaria y confidencial de sospechas de reacciones adversas de medicamentos en la etapa de uso, facilita la percepción de fallas de respuesta terapéutica, deficiencias de calidad, ineficacia o efectos adversos desconocidos. Las notificaciones, o también llamados reporteslos puede realizar el médico tratante, el centro de atención, el paciente o un allegado. Los reportes permiten a las autoridades, entre otras cosas, implementar medidas tales como modificación de prospectos, cambio de dosis, determinar medidas restrictivas en la dispensación de un medicamentos o acentuar las ya existentes; restringir los usos terapéuticos, ampliar o incorporar advertencias, o suspender la comercialización de un medicamento de forma temporaria o definitiva.

Para más información podes visitar: ANMAT. Instrucciones para notificaciones por parte de los pacientes, haciendo click aquí.

Todo ensayo clínico (o estudio clinico) se lleva a cabo de acuerdo con un plan conocido como protocolo.

El protocolo está cuidadosamente diseñado para proteger la salud de los participantes y responder a las preguntas específicas de la investigación que deberá detallar claramente:

  • ¿Quién es elegible para participar en el ensayo? (personas sanas o enfermas que reúnan los criterios de elegibilidad. Los criterios de elegibilidad protegen a las personas de recibir tratamientos que pueden dañarlas, e incluyen información sobre el estado general de salud, edad y sexo, medicamentos que estén tomando, avance de la enfermedad, entre otros datos) (9).
  • El número de participantes que es necesario.
  • Detalles acerca de las pruebas, procedimientos, medicamentos y dosificaciones.
  • Detalles de los lugares a realizarse el estudio, entre los cuales pueden ser hospitales, universidades, consultorios médicos y clínicas. El lugar depende de quién está llevando a cabo el estudio.
  • Detalles sobre la duración del estudio e información de interés (que dependerá de lo que se está estudiando. A los participantes se les dice cuánto tiempo durará el estudio antes de decidir su participación).
  • Detalles sobre el investigador principal (IP), que habitualmente, es un médico. También tienen un equipo de investigación que puede incluir médicos, enfermeras, trabajadores sociales y otros profesionales de la salud.
  • Quién es el patrocinador o financiador, que puede ser una empresas farmacéuticas, un centro médico académico, un grupo de voluntarios, otras organizaciones, además de las agencias federales, médicos, u otros profesionales de la salud o personas interesadas.
  • Datos de contacto del Comité de Ética de la institución donde se realiza el estudio, ya que de acuerdo con la normativa de la ANMAT, todo estudio debe contar con dicho comité. Este es una organización integrada por profesionales médicos o científicos y miembros no médicos o no científicos. Actúa independientemente del patrocinador y del investigador. Su función es proporcionar una garantía pública de la protección de los derechos, la dignidad, la seguridad y el bienestar de los participantes en un estudio, a través de la revisión del protocolo del estudio, del proceso de consentimiento informado y de la idoneidad del investigador, entre otras cuestiones.

Por lo general, los ensayos clínicos (o estudio clínico) comparan un nuevo producto o una terapia con otra que ya existe para determinar si el nuevo tratamiento es tan exitoso –o mejor- que el existente.

En algunos estudios, los participantes pueden ser asignados a grupos que recibirán un placebo. La comparación de un nuevo producto con un placebo puede ser la forma más rápida y fiable para demostrar la eficacia terapéutica del nuevo producto. Sin embargo, los placebos no se usan si un paciente se pondría en riesgo -sobre todo en el estudio de tratamientos para enfermedades graves- por no tener una terapia eficaz. La mayoría de estos estudios comparan nuevos productos con una terapia aprobada. A los posibles participantes se les dice si se utilizarán placebos en el estudio antes de entrar en un ensayo, dado que en muchos ensayos los grupos son asignados al azar para recibir la droga o el placebo.

Los estudios también pueden ser de doble ciego, lo que significa que ni el paciente ni médico sabe si lo que está recibiendo es la droga o el placebo, ni la dosis. Esto es importante para evitar el sesgo en los resultados. A veces, si el paciente o el médico sabe si se está administrando el fármaco, pueden pensar subjetivamente que las cosas están mejorando o empeorando. Si no se conoce el tratamiento que se está recbiendo, toda respuesta al tratamiento informada será más precisa.