Se trata de información morfológica sistematizada en la lectura de las biopsias tomadas por endoscopia digestiva que pretende contribuir en la difícil tarea de determinar si un paciente tiene EII, y específicamente cuál de sus tipos: EC, CU o CI.
Ofrece de entre el amplio espectro de lesiones conocidas, las consideradas más útiles en su diagnóstico por la mayor frecuencia de presentación en los momentos iniciales y por la reproducibilidad de su observación.
En la lectura histológica de una posible EII, reunir los datos anormales que aporten evidencia de que existe un complejo lesional característico de estas patologías.
Los especialistas cuentan con numerosos datos histopatológicos a favor de una u otra forma de enfermedad, que frecuentemente son enumerados en tablas comparativas. Unos son más específicos (predictibilidad positiva) que otros, ya que algunos de ellos aparecen con escasa frecuencia (sensibilidad baja), por lo que se analiza un «complejo lesional» para alcanzar la máxima especificidad posible.