Esta revisión realizada por Mario Witkowski y colegas es una contribución especial sobre el impacto de los alimentos para controlar la EII. Varios estudios mostraron una asociación, pero aún no coherente, entre el alto consumo de hidratos de carbono y el aumento del riesgo de EII. Los hidratos de carbono se pueden encontrar en los panes, cereales, galletitas, pastas, granos, frutas, leche y en menor cantidad en los vegetales.
Sin embargo, hay varios estudios que apuntan hacia un papel del consumo de grasa en la EII, aunque este papel sigue siendo controvertido. Se ha informado una asociación entre la alta ingesta de grasas saturadas (los alimentos con muchas grasas saturadas son productos de origen animal, tales como la manteca, el queso, la leche entera, el helado, la crema y las carnes grasosas, así como también algunos aceites vegetales como: el aceite de palma y el aceite de coco, también contienen grasas saturadas) y un mayor riesgo de Enfermedad de Crohn, mientras que la elevada cantidad de grasas totales se correlacionaron con un mayor riesgo de Colitis Ulcerosa. A diferencia de las propiedades patogénicas, también se han informado efectos beneficiosos de la grasa. En particular un tipo de grasa denominada PUFA omega-3 pueden desempeñar un papel protector en la EII. Los PUFA se encuentran en alimentos como: nueces, pescados como salmón, caballa, arenque, atún blanco, trucha, aceite de maíz.
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El artículo “Receta para la EII: ¿Podemos utilizar los alimentos para controlar la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII)?” ha sido traducido al español para la Fundación Mas Vida de Crohn & Colitis Ulcerosa por la Licenciada en nutrición Marisa Canicoba, Directora de la Carrera de Especialidad de Nutrición Clínica- sede Hospital Nacional A. Posadas. Facultad de Medicina Universidad de Buenos Aires. Integrante del multidisciplinario de EII del Hospital Nacional A. Posadas.