Hola! Mi nombre es Mario, tengo ahora 60 años, pero mi convivencia con la enfermedad comenzó en 1987 (aunque, como dijeron varios especialistas a mi la enfermedad me rozó, porque nunca fue de extrema gravedad, nunca internaciones) por lo que mi relato de la misma no será muy sustancioso… pero si el desenlace. En ese año 1987, después de una situación personal de gran stress anímico, se presentaron diarreas sanguinolentas, baja progresiva de peso y luego de varias consultas a especialistas (algunos de los cuales sospecharon la existencia de un cáncer intestinal) se llegó al diagnóstico de COLITIS ULCEROSA, enfermedad de la cual recién tomé conocimiento y me informé en ese momento. Se comenzó tratamiento con Azulfidine y corticoides, logrando una rápida mejoría, con crisis muy esporádicas, con lo cual, quizás por una deformación profesional (soy farmacéutico y, por conocerlos, les tengo mucho respeto a los medicamentos y sus efectos secundarios a largo plazo), cometía el error de interrumpir los tratamientos cuando no tenía síntomas, retomándolos solo cuando estos aparecían (mas adelante tomé conciencia que si hubiera sido consecuente con los mismos no hubiera llegado al desenlace que les contaré mas adelante).POR FAVOR, NUNCA ABANDONAR LOS TRATAMIENTOS. Por ese mismo motivo, ante alguna crisis me contacte con profesionales de la homeopatía (de primer nivel, homeópatas en serio de la vieja escuela) con excelentes resultados durante muchos años pero, para mi mala suerte y por ser profesionales de mucha edad (Dr. Cordi y Dr. Casale) fallecieron durante el trascurso de mis tratamientos, volviéndome yo a abandonar hasta regresar, en alguna nueva crisis, a la alopatía. En el año 2005 y luego de una videocolonoscopía que alarmó a los profesionales que me atendían en ese momento, me contacté con el Dr. Boerr del Hosp. Alemán, quien creo es la mayor autoridad en el país sobre EII. El descartó en ese momento la necesidad de la cirugía (que sugerían los otros colegas), iniciando tratamiento con 5-ASA y comprometiéndome a no suspenderlo por ningún motivo (cosa que cumplí) por lo que controlamos la enfermedad durante 5 años, casi sin crisis, con controles anuales hasta que… En el año 2010, en un control de rutina pasó lo que era esperable en algún momento. Los pólipos presentaban una displasia avanzada, con riesgo de degenerar en un futuro quizás próximo, en un cáncer con consecuencias imprevisibles y allí empezó lo que para mí fue un golpe, no por la cirugía en sí, que fue realizada en el mismo Hosp. Alemán por el Dr. Nicolás Rotholz y equipo, con un resultado satisfactorio (2 meses con ano contra natura y posterior reconexión, todo exitoso), pero lo que mas me afectó fue el inicio de mi nueva vida sin colon (fue proctocolectomía total, con pouch, por laparoscopía)… Cambiaron totalmente mis hábitos de vida (practicaba deportes, tenía mucha vida social, intensa actividad laboral con muchísimos proyectos, que de un día para otro debieron interrumpirse bruscamente pasando a ser una persona totalmente dependiente y temerosa). Nunca pensé, irresponsablemente, que esta era una posibilidad cierta desde la aparición de la enfermedad, no estando preparado mentalmente para semejante cambio. Acá un párrafo especialísimo para quien es mi compañera de toda la vida, mi esposa Leticia (casi 40 años de casados) quien resignó su vida para apoyarme y sostenerme incondicionalmente. Nunca pensé que una persona pudiera entregarse tan completamente en el cuidado de otra. Soy un afortunado por tener semejante apoyo permanente. Me afectó mucho la parte emocional, aún hoy sigo con apoyo sicológico por no poder aceptar todavía mi nueva realidad, con mis limitaciones, no pudiendo aceptar que mi vida ya no será la de antes, pero que aun si puedo intentar ponerle fuerza para mejorarla (y aceptar que ahora que estoy curado – sin colon no hay colitis ulcerosa y sin pólipos no hay posibilidad de cáncer- no tengo que sentirme como un enfermo. Esta es mi realidad actual, todavía estoy en recuperación y les dejo mi mail por si alguien quiere profundizar en algún tema: mmaga@nullfibertel.com.ar y mucha fuerza a todos.

Mario Maga